REFLEXIONES
Cuando empleamos la frase “leer en voz alta” no es solamente
un ejercicio oral aplicada al deber del castellano en el aula, debemos como
docentes preparar o iniciar a los niños en este gran proyecto, pero para ello
debemos recurrir a Luis Maria Pescetti, en el documento
“juegos de lectura en voz alta” que como su nombre lo dice,
nos enseña diversas actividades y juegos relacionados con la lectura; practicas
que debemos tener en cuenta para la inducción y motivación en el círculo de
lectura; por ejemplo en el caso del taller “la letra con piña entra” un juego muy bueno y tradicional es “ritmo”
donde cada uno debe estar súper atento a lo que dicen sus compañeros pues el
que repita, tiene una penitencia o como la sensación de ridículo entonces por
esta razón están mas atentos y ya con este juego de introducción se puede
iniciar a la sensibilización de la
temática central. Pues con el hecho de introducir el juego dentro del aula o en
la clase se convierte en un instrumento
didáctico que puede ayudar a reforzar y a afianzar mucho mas los conocimientos
aportando a casa estudiante un buen nivel de interacción y competitividad,
respaldado por la creatividad la imaginación, la novedad y el interés por la
adquisición de un nuevo rol que libera mucho mas su expresión y espontaneidad.
En el mismo taller de “la letra con piña entra” podemos
involucrar también a Clara Cuervo con su
propuesta de “cuerpo con sentido” donde se puede interpretar cómo desde la
educación tradicional ha tratado de someter
el cuerpo (en el aspecto físico y
con golpes y torturas) y emocional porque siempre nos hemos preocupado por un
plan de estudios que se cumpla a cabalidad, ¿pero nuestros estudiantes, están
formados con integralidad?, ¿Acaso los niños tienen un chip educativo que
debemos estimular con mas academia?, ¿Dónde queda la parte humana, de la
educación y del educador?; pero para hablar de humanización obligatoriamente
debemos referirnos a Paulo Freire que es un pensador comprometido con la vida,
que no piensa en ideas abstractas sino que piensa, partiendo de la existencia
concreta y donde nos habla de la necesidad de humanización del oprimido que
debe partir desde el mismo; entonces retomando las experiencias vividas en el
circulo de lectura podemos hacer una semejanza entre lo que expresa Freire y
nuestro primer paso para iniciar o
conducirlos a un circulo de lectura que
fue el de apropiarnos y dejarnos afectar de lo que esta viviendo nuestra
infancia y juventud en el mundo actual; para conseguir otro camino que nos
libere de esas presiones, el cual seria la literatura con estrategias tan
didácticas e innovadoras como los círculos de lectura que se impregne tanto en
nuestro quehacer docente como en el aprendiz para radicar conceptos nuevos de
educación de la mano con los tecnológicos.
Ahora, para referirnos a José Martí, lo podemos recordar con
la actividad del género lirico relacionada con la poesía y el taller “la letra
con piña entra”: en el primero, él nos sensibiliza y motiva a través de “la
expresión de un pueblo” que partiendo de la poesía nace una nueva literatura pero
donde los niños son los autores que expresan sus sentimientos y emociones y no
solo se limitan a transcribir verso tras verso, sino que el verdadero sentido
de esta literatura se llevara a cabo si el docente permite que nuestros niños
expresen lo que viven en estos tiempos, en su realidad, su contexto, que con un
radar mágico como la imaginación llegara a donde la luz no alcanza, donde su
corazón experimente nuevos sentimientos y un sentir diferente; y segundo, en el
taller de la piña porque nos instruye a cerca de la estética en el cual se
convierte en un instrumento eficaz por medio del cual el niño puede expresar
sus sentimientos y pensamientos, despertando su creatividad con nuevas
ideas al describir la fruta, sentirla,
dibujarla y disfrutarla al máximo en esta sección del taller.
También desde el concepto de la estética, pues relacionar
ésta con la belleza artificial es un acto muy común en la sociedad, podemos ver
por ejemplo la piña con una apariencia
que a simple vista puede verse fresca y dulce, pero debemos ir mas allá, despertando
cada uno de los sentidos, descubrir las
bondades a través de ellos, tocarla, olerla, degustarla y admirarla; es
entonces donde la persona transforma su expresión y se compromete en sus
ideales, sentimientos y emociones que lo hacen alcanzar una libertad y
capacidad para recrearse en el mundo de una sociedad que se ha apartado de
estos conceptos; pero que nosotros como docentes podemos descubrir lo bello que
hay en nosotros mismos para transmitirlo a la sociedad y afectar a nuestros
estudiantes con esta estrategia del arte de la estética.